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¿Alguna vez te has estado enfermo y te has preguntado cómo puedes mejorar tu inmunidad? ¿Has intentado todas las opciones de medicamentos disponibles, pero todavía te sientes débil y vulnerable? La buena noticia es que hay muchas formas naturales y caseras para mejorar la inmunidad y fortalecer tu cuerpo. En este artículo, te presentaremos 12 pautas fáciles que puedes seguir en casa para mejorar tu sistema inmunológico y proteger tu salud.

La modernidad nos debilita

Vivimos en un mundo lleno de toxinas y contaminantes por lo que es frecuente que nuestro sistema inmunológico se resienta y se vuelva vulnerable a enfermedades y enfermedades crónicas. Además, la vida moderna con su agitación y su vértigo imparable frecuentemente lleva nuestro organismo al límite de su resistencia. 

Por eso no ha de sorprendernos que cada vez seamos más susceptibles a los resfriados, a la gripe y otras enfermedades más graves relacionadas todas con un mal funcionamiento de nuestro sistema inmunológico.

Pautas y estrategias sencillas que mejoran tus defensas

A continuación, te presento 12 pautas que puedes poner en práctica fácilmente en tu hogar y que con seguridad mejorarán la función de tu sistema inmunológico y te harán más saludable.

1. Lleva una dieta saludable

Comenzamos con la base: tu dieta. Consumir una dieta rica en nutrientes es esencial para una buena salud inmunológica. Asegúrate de incluir frutas y verduras frescas, proteínas magras, grasas saludables (grasas esenciales) y carbohidratos complejos en tu dieta. 

Limita el consumo de alimentos procesados y azucarados, así como de trigo común y leche, ya que debilitan tu sistema inmunológico.

2. Haz ejercicio regularmente

El ejercicio regular puede ayudar a mejorar la inmunidad al reducir la inflamación y aumentar la producción de células inmunológicas. Asegúrate de hacer ejercicio regularmente, incluso si es solo caminar o hacer yoga.

3. Dale a tu cuerpo un descanso adecuado

El sueño adecuado es importante para la salud en general, incluyendo la inmunidad. Trata de dormir al menos 7-8 horas por noche y establece una rutina de sueño regular. Recuerda que tu cuerpo jamás recuperará las horas de sueño que le niegues.

4. Busca formas naturales para reducir el estrés

El estrés crónico debilita tu sistema inmunológico, por lo que es importante encontrar maneras de reducir el estrés en tu vida. Prueba la meditación, el yoga, la respiración profunda o simplemente salir a caminar al aire libre.

5. Incluye hierbas y especias en tu alimentación

Algunas hierbas y especias, como el ajo, la cúrcuma y el jengibre, se han utilizado tradicionalmente para mejorar la inmunidad. Agrega estas especias a tus comidas o haz una infusión de té con ellas y consúmelas regularmente.

6. Que no te falten los probióticos

Los probióticos son bacterias buenas que viven en el intestino y pueden ayudar a mejorar la salud inmunológica. Puedes obtenerlos a través de alimentos fermentados como el yogur o el kéfir. Consumirlos regularmente beneficiará tu cuerpo de muchas formas.

7. Mantén niveles adecuados de vitamina D

La vitamina D es importante para una buena salud inmunológica. Puedes obtenerla a través de la exposición al sol o a través de alimentos como el salmón y los huevos. 

Si tienes deficiencia de vitamina D, considera tomar un suplemento de esta vitaminavitamina, pero  eso sí, hazlo siempre bajo la supervisión de un tu médico tratante para disminuir el riesgo de sobre dosificación y toxicidad.

8. Toma regularmente Vitamina C

La vitamina C es un antioxidante que puede ayudar a proteger contra enfermedades y mejorar la inmunidad. Puedes obtenerla a través de alimentos como los cítricos, los pimientos y las bayas, o tomar un suplemento de vitamina C.  que son más seguros que los de vitamina D.

9. Que no te falte el Zinc

El zinc es importante para la función inmunológica y la salud celular. Puedes obtenerlo a través de alimentos como la carne, los mariscos y los frijoles, o tomar un suplemento de zinc.

10. Toma baños de agua fría

Tomar baños de agua fría puede mejorar la circulación y aumentar la producción de glóbulos blancos, lo que puede mejorar la inmunidad. Intenta alternar entre agua caliente y fría en la ducha o sumergirte en un baño de agua fría por unos minutos.

Si tienes alguna enfermedad crónica como hipertensión arterial, diabetes, o tienes problemas circulatorios en general, por favor consulta a tu médico tratante antes hacer estos baños.

11. Dale masajes a tu cuerpo periódicamente

Los masajes pueden ayudar a reducir el estrés y mejorar la circulación, lo que puede mejorar la inmunidad. Busca un masajista profesional o haz un automasaje con una bola de masaje o un rodillo.

12. Mantén contacto con la naturaleza

Pasando tiempo al aire libre y en contacto con la naturaleza puedes reducir el estrés y aumentar tu producción de células inmunológicas. 

Sal a caminar en el bosque, o haz una caminata por la montaña, o simplemente siéntate en un parque y disfruta de la naturaleza.  Recuperar el contacto con la naturaleza trae muchos beneficios que van más allá de mejorar tus defensas.

La buena inmunidad es cuestión de hábitos

En consulta, es muy frecuente que los pacientes nos pidan que les formulemos medicamentos o suplementos que les aumenten su inmunidad y los hagan más resistentes a las infecciones. 

Si bien es cierto que existen sustancias y preparados de este tipo que pueden ayudar, siempre hemos considerado más importante que nuestros pacientes entiendan que el asunto de de tener buenas o malas defensas va mucho más allá de tomar o no tomar una pastilla mágica.

Es claro que mejorar tu inmunidad es esencial para proteger tu salud y prevenir enfermedades, pero te invitamos a que en lugar de depender de medicamentos costosos y tratamientos médicos, pruebes estas opciones naturales y caseras para mejorar tu sistema inmunológico. Estas opciones no solo son más económicas, sino que también son más efectivas y duraderas a largo plazo.

Referencias

Fuente de la imagen: Canva.

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Soy Médico y docente desde hace 20 años y a lo largo de ese tiempo, mi práctica profesional me ha permitido repensar los procesos de salud y enfermedad a la luz de un paradigma diferente. Me interesa no solo la práctica médica naturista sino también que las personas con las trato a diario, encuentren algo de valor en lo que he aprendido y puedo compartir, de modo que ellas mismas se conviertan en partícipes de su propio proceso de sanar.

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